Cuando estaba por participar para el concurso Sparks Will Fly de Microsoft me encontraba pensando en cuál podría ser un dispositivo de la casa del futuro. Algo que solucione un problema en el hogar. Decidí recurrir a mis primas, ya que las dos están casadas y con hijos. Una de ellas, arquitecta, me planteaba el problema de la sustentabilidad en los hogares, principalmente el problema con el agua ya que en muchos hogares no se cuida lo suficiente este recurso natural y cada vez es más escaso. Al término de una explicación un poco extensa de cómo debería ser la arquitectura de una casa sustentable, mi otra prima después de haber guardado silencio, sólo volteó a verme y me dijo: Mauricio... cuando invenes una Robotina te harás rico y famoso.
A pesar de que un planteamiento tenía extensos fundamentos ambientalistas y el otro reflejaba el capricho exigente de una ama de casa, los dos me parecieron bastante atractivos e igual de interesantes.
Pero si nos enfocamos al desarrollo de un robot que nos asistiera en las tareas del hogar, podremos darnos cuenta que muy probablemente no estemos tan lejos de esa realidad. En los último años se han logrado avances interesantes en la robótica, hoy en día podemos encontrar robots tan pequeños como una cucaracha, tan ágiles que pueden correr o atrapar una pelota en el aire, tan emotivos que pueden gestualizar moviendo la boca y los ojos, tan fuertes que pueden levantar a una persona, tan hospitalarios que te recordarán cuando tomarte la medicina, y tan ecológicos que pasan por la basura a tu casa. La pregunta es ¿Cuándo serán tan inteligentes como para asistirnos en todo lo que necesitemos? Prestando un poco de atención y haciendo algunas búsquedas en Internet descubriremos que ya existe un robot para muchas de las tareas ordinarias, y si no lo hay seguro está desarrollo. Tal es caso en el Laboratorio de algoritmos y sistemas de aprendizaje (LASA, Francia) donde están enseñando a un robot a cocinar, a través de la utilización de un modelo probabilístico, el robot progresivamente aprende a generalizar la habilidad a distintas situaciones.
Aquí es donde rebota el eco de la pregunta y escuchamos la contra pregunta ¿Qué tan seguro será darle un cuchillo a un robot?, ya ni pensemos en armas. Aunque existan las tres leyes de la robótica escritas por Isaac Asimov, y suponiendo que se implementaran en cada robot doméstico, ya saben que nunca falta el error Run32.dll en la sopa. La ciencia en la robótica aún le falta camino por recorrer, pero digamos que ya está más cerca que lejos de la meta final, creo que ya están las piezas del rompecabezas, ahora hay que unirlas. Por lo pronto seguiré esperando un NS-5 como el de Yo, Robot.
Las tres leyes del a robótica:
- Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.
- Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto si estas órdenes entran en conflicto con la Primera Ley.
- Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.
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